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martes, 5 de abril de 2022

De Cueiro a Marabio. Camín Francés–GR 101-1

 

   Repleto de leyendas, cuentos y crónicas el Camín Real de la Mesa supuso una relevante etapa de ruptura de los pueblos aislados por las barreras de la Cordillera Cantábrica. Los historiadores nos explican la importante contribución de los romanos en la mejora de todos los pasos naturales existentes a su llegada, sin duda para beneficio propio pero indirectamente para todos.



   El Camino del Puerto de la Mesa cobró especial  relevancia después de la conquista,  y durante siglos se convirtió en una de las principales arterias de comunicación para el movimiento de personas, ganados y mercancías hasta finales del siglo XVIII, sin ignorar su trascendencia como trayecto de ganaderos trashumantes.


   Desde el puerto de San Lorenzo, tomando dirección noroeste, la también llamada Calzada de la Mesa asciende hasta el collado de la Tartulla y alto de la Celada, bellos parajes antes de llegar a la impresionante Campa o Vega de Cueiro.



   La antigua vía romana bordea el Alto de la Casa, donde curiosamente se unen los concejos de Somiedo, Teverga y Belmonte, y el Camín Real se bifurca en dos ramales o calzadas históricas, por este motivo a este lugar se le llama Biforcos de Cueiro, ..... y se le conoce también con el nombre de Cantu La Bobia.



   La Calzada oficial de la Mesa avanza hacia el norte por la sierra de Porcabezas en dirección a Dolia para luego seguir por Lucus Asturum-Lugo de Llanera. La otra vía romana desciende en dirección Este por la Vega de Cueiro, se trata del histórico Camín Francés, con destino a Vicenturo, Marabio, ………, Villanueva de Santo Adriano, y finalmente Oviedo.

   Desconozco el origen de esta calzada que tiene sus primeros pasos en Cueiro, ¿Por qué el nombre de Camín Francés?. Senderistas, gentes que conocen y frecuentan estas montañas, y ganaderos que tienen sus rebaños en los Puertos de Bandujo, Marabio y Yernes no conocen la procedencia de este nombre.



   Existen algunas reseñas históricas que nos conducen a un posible trazado o ruta jacobea utilizada por romeros medievales procedentes del interior, posiblemente desde Astorga, que optaban por encaminarse primeramente a Oviedo en su camino hacia Santiago. “Quién va a Santiago y no a Salvador, honra al criado y desprecia al Señor”.



   La historia nos cuenta que gracias al empeño del rey asturiano Alfonso II el Casto, en el siglo XI, el camino creado durante su reinado a través de los escarpados territorios cantábricos bajo el nombre de Camino Francés ´conservó su primacía`. 



   Nuevos caminos se adentraron por el oeste de la Europa cristiana, “sin embargo Oviedo nunca perderá el privilegio de ser el origen del Camino”. Por otra parte también podríamos añadir el dicho popular de que “existen tantos caminos de Santiago como peregrinos”.

   Sea como haya sido, este Camín Francés se desliga de la Calzada de la Mesa en la extensa y espléndida Braña Cueiro, a orillas del Picu La Berza, y se fusiona con la Veiga Taxa o Vega de Taja, próxima al pueblo con el mismo nombre. Por sus dimensiones es, sin duda, una de las más imponentes de la montaña asturiana.



   Bellos pastos de altura salpicados de cabañas que utilizan las gentes de Urría y Taxa, compartiendo andadura con el histórico Camín Francés. Atrás dejamos abundante ganado y a la derecha la pista que conduce a Taxa. La senda continúa entre las Sierras de La Vachina y el Sierru hasta llegar a la Veiga ´l Prau, otra espaciosa campera cubierta de algunas espineras o espinos albares, cuadras y chozas, algunas en ruinas.



   Resulta cómodo y placentero llegar a la siguiente braña, la de Vicenturu, resguardada por el Pico Redondo, la leyenda nos cuenta que su nombre se debe a que la VI Centuria de la legión romana estuvo instalada en ella. Un poco más abajo la Braña Urría.



   Después de atravesar por las amplias vegas del Prau y luego Vicenturu, un pequeño desvío para subir por el Collado Oral, rodeando El Cabezu. Transitamos por caminos solitarios, bien marcados, rondando entre sierras y montañas dentro del concejo de Teverga, acercándonos al de Yernes y Tameza.



   Alcanzamos la collada de Santa Cristina, un hermoso rincón con provechosos pastos y un valioso lugar de paso y encuentro de caminos. Antes de descender a los Puertos de Maravio, nos detenemos ante la fantástica panorámica de la Braña del El Pividal y sus alrededores, a la sombra de los Picos Caldueiru y Coentera.



   Las vistas del Monumento Natural de los Puertos de Marabio, un emblema de este Camín Francés, son un especial destello de montaña y naturaleza, un asombroso lugar, seductor, sorprendente e inmune al tiempo, y  un espacio idóneo para senderistas. En el acentuado descenso tenemos la excepcional oportunidad de recrearnos con su relevante paisaje, una mezcla singular de rocas calizas y praderías que generan abundantes pastos.




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