En esta ocasión el objetivo es ascender a una de las cumbres más simbólicas y visitadas de Asturias, Peña Mea con 1558 metros de altitud. Quizás sea para poder contemplar el fascinante Ojo de Buey o L`Arcón, una caprichosa abertura circular y natural en la roca que nos deja a todos asombrados.
Se trata de una subida exigente, con fuertes pendientes que superan el 25 %, montañera, …… que debemos tomar con calma, con la cámara para no perder detalle, por un sinuoso sendero bastante bien marcado por el frecuente paso de los senderistas y montañeros.
Ubicada entre los concejos de Aller y Laviana, podemos encontrar diversos lugares de inicio para la subida, aunque las dos opciones más conocidas son desde Tolivia o Les Campes en Laviana y la que parte de Pelúgano o Pelluno en el concejo de Aller, que es la elegida en esta ocasión.
Desde la autopista A-66 o Ruta de la Plata, después de pasar Mieres, cogemos la salida 54 con dirección Moreda AS-112. A orillas del río Aller, después de dejar atrás Cabañaquinta, debemos estar atentos al llegar a Levinco pues tenemos a la izquierda la indicación a Pelúgano o Pelluno.
Después de aparcar al lado de la iglesia de Pelúgano de Arriba o Barrocima, tomamos la cuesta por el Camín del Posaoriu o de La Collada, una ancha pista con un apreciable desnivel desde los primeros pasos, y continuas señales que siempre ayudan sobre todo al principio.
A partir de una zona con varias cabañas y cuadras empezamos a divisar la cara sur de ´la gran montaña de Peña Mea`, la pendiente se suaviza y si miramos hacia atrás empezamos a disfrutar del verde paisaje del valle, con vistas de Pelúgano, una aldea llena de encanto y tradición rural.
Poco antes de llegar a la fuente El Truncu, ubicada en el mismo camino y señalada en el mapa, en un recodo con una portilla metálica, tenemos una vista completa de la ´montañona`, es espectacular, desde aquí se aprecia Peña Mea, la collada El Gatu, Peñas Negras, y a la izquierda las praderías de Cerreo y la Collada de Pelúgano.. Con sol, apreciamos un paisaje de pastos y montaña, vistoso y monumental.
Podemos coger una desviación a la derecha poco antes de llegar a la Collada, pero también se puede optar por alcanzar la campera, conocida también como Campa Pelúgano, donde se une la pista procedente de Les Campes-Tolivia.
En poco tiempo, en travesía, alcanzamos las cuadras y cabañas de Cerreo, no hay pérdida, sin desviarnos disfrutamos de una buena fuente de agua fresca, ….de ´puertu`. Aprovechamos para tomar un pequeño descanso pues a partir de aquí el sendero se estrecha y la pendiente aumenta, en escasos metros se inicia la subida por la Canal de las Cuevas, al mirar hacia arriba la subida impresiona.
Pero esta vez el esfuerzo tiene recompensa, pues al final de este duro y trabajoso tramo tenemos la suerte de poder contemplar un enorme e impresionante orificio circular, de más de 20 metros de diámetro, sobre la roca, el Ojo de Buey o Arcón, al verlo en vivo la sorpresa se agranda.
Para muchos es el objetivo final de la ruta. Uno de los encantos de este asombroso boquete es su origen natural pues se trata de una formación kárstica, la roca caliza sufre un singular proceso de alteración química por la acción del agua de lluvia, se forma ácido carbónico que disuelve y erosiona la roca originando creaciones caprichosas.
Cuanto más te acercas más te sorprende y fascina. Pero seguimos subiendo por el camino marcado a la derecha del Ojo de Buey hasta alcanzar una collada desde donde contemplamos algunos pequeños pueblos del concejo de Laviana.
El ondulante sendero con sus diversos escollos nos conduce hasta la parte alta de una canal vertical con abundantes árboles, terreno de cabras, allá abajo tenemos hermosas vistas del valle de Tolivia. En travesía nos acercamos al tramo final, y a través de un corte con sendero zigzagueante y con exigente pendiente llegamos directamente a la cima.
Si el buen tiempo acompaña y conseguimos coronar Peña Mea con sus 1.560 metros de altitud, será un placer disfrutar de unas exclusivas vistas de montañas, valles, aldeas, ….. con un colorido y contrastes únicos, y la particular sensación de haber subido a una colosal montaña.
Personalmente resulta complicado señalar todos los puntos relevantes de la panorámica, entre otros muchos sobresalen Las Ubiñas con Peña Ubiña y Peña Rueda al Suroeste, la sierra del Aramo al Oeste, los Picos de Europa si miramos al Este, el Picu Estorbín al Sur, ………
Para descender también existen diferentes posibilidades, pero para montañeros que conocen las Sierras y caminos de esta zona, no es mi caso, por lo que la opción es volver por el mismo sendero, lo que me da la oportunidad de volver a contemplar el simbólico Ojo de Buey.
En la subida son necesarios mucho esfuerzo y una aceptable condición física, pero en el descenso debemos tomar muchas precauciones, las caídas pueden ser peligrosas si no estamos atentos, la paciencia es imprescindible.
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