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miércoles, 1 de septiembre de 2021

Foces del río Esva – Ruta por Tineo y Valdés

 

   El río Esva se forma en el valle de Calleras o del Ese donde confluyen o se juntan los ríos Navelgas, Bárcena y Grande, procedentes de las montañas cercanas, todo ello en el concejo de Tineo.  Después de un corto recorrido a través del municipio de Valdés, atravesando las interesantes poblaciones de Paredes, Brieves, Trevías, Canero, ….. desemboca en la playa de Cueva, entre Luarca y el cabo Busto.


   En su reducido trayecto desde la montaña hasta el mar el Esva nos ofrece un trazado sinuoso, formando un desfiladero natural con espectaculares paredes verticales producto de la continua actividad del río al atravesar las sierras de Silvallana, Adrao o Adráu, los montes de Cabanón y Riosos, y la sierra la Chamiecha.



   Entre los pueblos de Ese de Calleras y Bustiello de Paredes podemos disfrutar y contemplar una de las gargantas más atractivas y sugerentes de la zona occidental de Asturias a través de una encantadora ruta cercana al río, con incesantes cambios de altura, subiendo y bajando escaleras y pasarelas de madera, pasos y caminos labrados en la roca en ocasiones auxiliados por cuerdas y agarraderos.



   Tenemos diversas alternativas para hacer un recorrido a través de las hoces del Esva. En este caso siguiendo las indicaciones de un folleto sobre la ´red de senderos de la Comarca Vaqueira`, la ruta elegida se inicia en San Pedro de Paredes ascendiendo hacia las  brañas vaqueiras de Adrao o Adráu y Pena, una fusión entre las reconocidas sendas  PR.AS-1 y PR.AS-2.



   Resulta agradable recordar que San Pedro de Paredes fue elegido ´pueblo ejemplar de Asturias en el 2001`. A la entrada del pueblo existe un amplio y cómodo lugar para aparcar. Pasamos al lado de la iglesia y cruzamos el puente sobre el río Esva, al parecer de origen romano,  para coger el viejo camino que conduce a los montes de Adráu.



   En otros tiempos, por aquí ascendían los vaqueiros a los diferentes puertos de Tineo, Cangas del Narcea y Somiedo. Esta subida inicial hasta llegar a la parte alta de la sierra de Adrao aún conserva las arcaicas condiciones del pasado, un camino con una pendiente exigente, rodeado de castaños, robles, fresnos, abedules, …… al principio, piedras sueltas en algunos tramos, y brezos, cardos, helechos, cotoyas o toxos, ….. en la parte final.



   Viejos muros de pizarra, cuadras, una casa de piedra a la orilla izquierda, y un sendero señalizado a la derecha, hacia el oeste, son buenos indicadores, transitamos por buen camino. Durante la subida es inevitable mirar hacia atrás y contemplar las espléndidas vistas de valles, pequeños pueblos y montañas, atenuando un poco el envite de las empinadas cuestas.

   En la actualidad, para acceder a las brañas  de Adráu, Rellosu y Pena los pastores y otras personas suelen acceder con sus vehículos a través de pistas desde Calleras, Busmeon o Bustellín, e incluso desde El Postigón y Brieves.



   Después de dar un pequeño paseo por esta zona vaqueira, el sendero nos conduce en travesía durante un corto tramo a través de la Sierra antes de iniciar un pronunciado descenso a través de una zona boscosa con castaños, robles y otros caducifolios, hasta llegar al Cabanón.



   En esta encrucijada, por cierto bien señalizada, situada en la parte alta y al borde de las paredes de las Hoces, se unen las dos curvaturas del 8 que se forman al juntarse los dos senderos que componen la ruta completa que transita por los alrededores del río Esva.



   Como la idea es llegar a Calleras, debemos continuar por la senda de la izquierda rodeando la sierra de Adrao por una de sus laderas. Si la meteorología acompaña resulta agradable respirar el aire puro de las alturas y observar al Esva que a veces se asoma entre los árboles. 



   Ciertamente el estrecho sendero de este tramo que atraviesa el monte abierto, con abundancia de cotoyas y brezos, no es recomendable para personas con poca experiencia en travesías, es preciso prestar mucha atención y caminar sin prisa. De vez en cuando, para aprovechar la oportunidad, se agradece hacer una pequeña parada y contemplar el esplendoroso escenario.



   Después de la travesía a media ladera descendemos hasta el Barranco de la Crucellina donde encontramos una fuente. Desde aquí el sendero, siempre con una buena señalización, se abre atravesando el pinar de la Canarona, con algunos eucaliptos,. Una de las señales al lado de un pequeño depósito de agua nos desvía hacia la izquierda a través de un estrecho camino que nos conduce sin pérdida hasta encontrar las primeras casas.



   En Calleras o Caeras, perteneciente al concejo de Tineo, se conservan excelentes elementos de arquitectura tradicional como casonas, viejos edificios de piedra, hórreos y paneras, molinos, …….. y la atractiva iglesia parroquial de San Martin que destaca por su vistosidad y volumetría.



   La senda transita por delante de esta monumental iglesia en dirección al río, y después de cruzar el puente sobre el Arroyo Grande de Caeras, la ruta nos lleva por un frondoso sendero, a veces espeso y lleno de maleza, hasta llegar a Ese de Calleras.



   La pequeña aldea de Ese adopta el nombre medieval del Esva, pues precisamente aquí nace este río, por la confluencia de los ríos Bárcena y Grande de Calleras. Pasamos cerca de la capilla de San Pedro para luego seguir la carretera hasta llegar a un pequeño aparcamiento para aquellos que deseen iniciar las Hoces desde este lado. 



   Nos introducimos en esta ansiada parte de la ruta a través de una pista de tierra protegida por troncos de madera, con mesas para hacer pic-nic y un prolongado descenso con peldaños a base de troncos, antes de llegar a la orilla del río.


   La senda sigue la margen derecha del cauce en un continuo sube y baja salpicado de pasarelas, escalinatas y pasos excavados en la roca. Un tramo espectacular y divertido, pero con numerosos escalones deteriorados y barandillas sueltas, en ocasiones cerca de precipicios.



   Resulta necesaria y urgente una revisión de todos estos elementos de madera, puede resultar peligroso para algunas personas, mientras tanto mucha prudencia. En estos casos conviene recordar que estamos en el Monumento Natural de las Hoces del Esva.


   Sin lugar a dudas, la estrecha garganta posee un interés geológico y paisajístico indiscutible con unos valores estéticos y científicos considerables, y un fantástico estado de naturalidad. Una joya auténtica que merece la pena conservar.



   Después de dejar atrás las ruinas de la antigua presa del Esva, la senda asciende y se separa del río. Estamos en el paraje de Cabanón donde unas señales nos indican la posibilidad de ascender de nuevo hasta la braña de Adráu para regresar a Paredes. Aquí finaliza el tramo más atractivo, el auténtico corazón de las Hoces, unos tres kilómetros desde el inicio en Ese.



   Unos metros más abajo salimos del sendero principal por una desviación señalizada a la derecha, que nos conduce hasta los restos de la abandonada central eléctrica del Esva con diversos elementos que recuerdan su activo pasado. Un camino de ida y vuelta que desciende hasta el río.



   La senda ahora es ancha y después de atravesar un eucaliptal, en descenso llegamos a Bustiello de Paredes. Hórreos, paneras, bonitas casas y casonas hasta cruzar de nuevo el río Esva, caminamos por asfalto, estamos en el amplio valle de Paredes. 



   Aproximadamente unos 2-3 kilómetros de carretera que nos hace pasar por El Sucu y Longrey para luego descender hasta el punto de partida, San Pedro de Paredes. 



    Para atravesar las Hoces del Esva tenemos otras opciones más sencillas, con recorridos más cortos. Si solamente queremos conocer la garganta caminando por las pasarelas de madera y recorrer los lugares estrechos tallados en la roca podemos dejar el vehículo en Ese de Calleras o en el aparcamiento del Centro de Interpretación de las Hoces en Agüera.


   


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