Es una de esas rutas fáciles y sencillas que nos permiten adentrarnos en un entorno lleno de contrastes, ofreciéndonos la posibilidad de introducirnos en un reino de mágica belleza. Merece la pena.
El sendero se inicia en Fuensanta, al lado de la planta embotelladora, donde disponemos de un valioso aparcamiento. Cruzamos el puente sobre el río Prà y giramos a la derecha, más adelante encontramos los primeros carteles indicadores de la ruta, nuestro destino son los Fornos.
El tramo inicial nos conduce a través de una pista ascendente, cruzando un antiguo bosque caducifolio con abundancia de castaños, robles, abedules y algún haya. Cada poco localizamos una señal, en el suelo o en un poste, con rayas amarillas y blancas, indicándonos el P.R. (Pequeño Recorrido) AS-45.
En poco tiempo alcanzamos una caseta con fuente y abrevadero, hemos llegado al Collau Los Fornos, con una pequeña y agradable campera, desde aquí ya podemos visualizar el desfiladero y su senda. Comienzan las Foces. Entre la espesura de la vegetación el río Pendón, conocido también por los lugareños como río La Peña.
En Asturias, y en otras regiones, utilizamos la palabra ‘foces` para indicar gargantas, desfiladeros o cañones excavados por los ríos, suelen ser estrechos, con paredes abruptas y poco accesibles, generalmente poseen singulares paisajes que nos llaman la atención.
La pista se ha transformado en un estrecho sendero que nos permite caminar cómodamente paralelos al río, con excelentes vistas del desfiladero. Estamos en verano y podemos aprovechar para el disfrute de la abundante flora que continuamente nos rodea.
Casi sin darnos cuenta, a través de un largo e inapreciable descenso, las foces se van estrechando, los árboles nos rodean, se oye el sonido del río, la ruta nos introduce en un frondoso bosque. Llegamos a la caseta de captación de aguas.
Las señales nos indican que debemos subir por unos peldaños antes de cruzar un pequeño puente de madera, un cartel nos indica Les Meceures. Cruzamos las cristalinas aguas en medio de un lugar con mucho encanto, a la derecha la riega de Bomalu y a la izquierda riega de Pendón.
Transitamos por un sendero estrecho, bien marcado, en ascenso, rodeado de árboles llenos de musgos, algunos con muchos años, podríamos decir hayas y robles centenarios, preciosas cascadas de agua, inmersos en la magia que el propio bosque genera, la de los personajes mitológicos, con esas extrañas formas que nos ayudan a introducirnos en un mundo de fantasía.
Después de cruzar el puente Pendón la ruta nos lleva a través de una prolongada ascensión hasta llegar al Collau de la Boca de la Canal, a través de un estrecho sendero, con algunos tramos con bastante pendiente pero accesible, su antiguo nombre de Les Vueltes resume otra de las características de este tramo.
El paisaje se va transformando, poco a poco salimos de la frondosidad del bosque cercano al río, y de nuevo el paisaje se va abriendo poco a poco, aunque siguen las curvas y revueltas, ascendiendo de un lado hacia el otro para suavizar la pendiente. Al mirar hacia atrás contemplamos el valle del Pendón con su compacta masa arbórea.
Una vez llegamos al Collau descendemos hacia el Mayau Pastor, un buen lugar para descansar un poco y reponer fuerzas después de la subida, en la zona hay una casona y algunas cabañas de uso ganadero, utilizadas por los lugareños.
El camino de regreso es totalmente diferente, transitamos ahora por una zona mucho más abierta, una pista amplia que posibilita el fácil acceso a los pastos y zonas altas de la zona, con abundante ganado, un continuo descenso de fácil caminar.
Atrás van quedando zonas de pastos. En un día claro llama la atención y se disfruta de la excelentes vistas que tenemos de frente, hacia el norte, pequeños pueblos que adornan el paisaje. A nuestra izquierda topamos con la fuente de Faeu.
Algunas señales nos indican los nombres de los lugares de la zona, Tableu y después de una pequeña subida La Vellorita. Observar la naturaleza es un premio que nos siempre sabemos disfrutar. Poco a poco nos vamos acercando a la parte baja del valle del río Prà o valle de Fuensanta.
Las Foces del Pendón tienen una distancia de algo más de 10 km, y está considerada como una de las señas de identidad del Concejo de Nava y la Comarca de la Sidra. Una ruta creada hace más de veinte años por el grupo La Peña, aprovechando el recorrido de la traída del agua.
Finalmente la ruta nos lleva de nuevo al aparcamiento del antiguo balneario de Fuensanta, convertido en planta embotelladora de aguas. Agradecer a los responsables por la señalización y el mantenimiento de la senda. ¡¡Ya nos gustaría encontrar muchos caminos y rutas históricas en estas condiciones!!
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