Asturias posee una extensa colección de espacios naturales y árboles honorables que forman parte de nuestro patrimonio cultural, legítimos y acreditados monumentos que han sido capaces de sobrevivir a pesar del paso del tiempo.
Sentados al lado del portentoso Carbayón de Valentín (Quercus robur) nos sentimos envueltos e inmersos en un ambiente extraño y al mismo tiempo seductor, parece que todo está emplazado a la sombra del viejo roble.
Esconde una dilatada vida, de unos 800 a 850 años de historia, según la opinión de algunos, quizás milenario. Un impresionante ejemplo del más valioso y respetado de nuestros árboles, experto entre los que se mantienen en esta región por su longevidad. No se entrega, se aferra al vigor y a la vida.
Para llegar al mágico lugar, desde Tineo debemos dirigirnos en dirección Pola de Allande por la AS-217. Poco antes de llegar al pueblo de Gera, después de unos 10 km, encontramos una desviación a la derecha con la señal del Carbayón de Valentín, ascendemos a través de una sinuosa y estrecha carretera unos 2 km hasta alcanzar el definitivo desvío a la izquierda donde se indica Valentín.
El grandioso ´carbayu` prospera entre los ríos Fontalba y Villaverde, afluentes del Gera, en una ladera orientada al sur en mitad de una zona de pradería de poca pendiente, en un lugar tranquilo y acogedor, expresando una plácida calma que te fascina.
Sin duda es uno de los robles más relevantes del continente europeo con un sorprendente tronco que sobrepasa los 10 m. de perímetro. No pasa desapercibido entre los amantes de la naturaleza, incluso del extranjero, que no dudan en acercarse a Tineo a visitarlo, algunos todos los años. Un monumento singular e histórico.
Galardonado en varias ocasiones posee importantes atributos, está declarado Monumento Natural de Asturias desde 1995, posteriormente laureado como Árbol Gigante del año 2008, y también está incluido como uno de los 100 árboles más singulares de España.
´No siempre vivió en soledad`, a su lado se encuentra la pequeña capilla de San Pedro, con la espadaña orientada hacia el Carbayón. En ella se oficiaban las misas ordinarias para las gentes de Tejero y Valentín, y el ´prau del Carbayu` se celebraba la fiesta cada 29 de junio, ……..”el viejo árbol nos observa y ve como discurre nuestra vida, …….. siempre esperando nuestra visita ………y un abrazo.”
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