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lunes, 9 de julio de 2018

Torrexón de Villamoréi en Sobrescobio



   Desde la carretera que bordea el embalse de Rioseco podemos observar encaramados en lo alto de una colina, en la orilla opuesta, los restos de los muros derruidos del ancestral castillo de los Aceales o castillo de Sobrescobio, uno de los símbolos históricos de este Concejo.



   Sin duda estamos ante otro de los Rincones emblemáticos de Asturias, “acercarse hasta la atalaya románica del Torrexón de Villamoréi es recordar los tiempos en que Sobrescobio fue vía de entrada de legiones romanas, de arrieros, buhoneros y peregrinos que durante siglos caminaron con esfuerzo por este valle hacia el centro de las tierras asturianas”.



   Otro detalle interesante, el escudo del Concejo de Sobrescobio está dividido en dos mitades. En una de ellas aparece la Cruz de la Orden de Santiago, al lado vemos una torre sobre aguas fluviales representando al río Nalón y al Castillo de Villamorey, lo que indica la importancia histórica del Castillo en esta zona. El escudo aparece insertado en el mapa de la ruta.



   Si nos dirigimos a Langreo, allí tomaremos la AS-117 hasta llegar a Rioseco. A la entrada seguimos los indicadores hacia Soto de Agues y Ladines, para después de algo más de 1 km llegar a Villamorey. Después de girar a la derecha y cruzar el puente sobre el río Alba tenemos una zona de aparcamiento enfrente de la ermita de San Roque y Santo Angel.



   Al lado de la ermita encontramos un panel informativo con un mapa, y explicaciones sobre la senda verde al Torrexón desde Villamoréi. Información muy valiosa e interesante que he utilizado como referencia para las distintas anotaciones que aparecen sobre esta ruta.



   Como en muchos pequeños pueblos y aldeas de nuestra región resulta agradable y nos llena de satisfacción observar el afán de los lugareños por mantener la tradición popular asturiana. 



   Al atravesar Villamorey disfrutamos de una sugestiva antología de hórreos bien conservados, y alguna panera,  junto con otros edificios y la reseñada ermita, una muestra etnográfica que no pasa desapercibida.



   Para llegar hasta el Torrexón iniciamos la ruta marcada como PR-AS 177 que comparte itinerario con el primer tramo de la señalizada como PR-AS 121 “Sierra del Crespón”, para ello es necesario cruzar Villamoréi siguiendo las marcas blancas y amarillas de los PR, hasta llegar a las últimas casas en el barrio de la Casona.



   El camino comienza por una pista de hormigón, a la derecha la Vega de Villamorey, poco después con suelo de gravilla pasamos al lado de viejos castaños, vamos cogiendo altura, hasta que nos damos cuenta que circulamos por encima del embalse de Rioseco.



   La senda discurre por la ladera con la presencia de abundantes castaños y otros caducifolios, hasta encontrar unos escalones esculpidos en la peña con rústicas barandillas protectoras de madera. El paisaje se abre y nos permite observar y contemplar excelentes vistas en la otra ladera del embalse, con la Peña el Gamonal y el pueblo de Campiellos.



   Más escalones y revueltas que animan el sendero hasta llegar al mirador de Cuyacerra, ubicado en un emplazamiento privilegiado, con mesas y bancos que nos animan a sentarnos y disfrutar de un paisaje lleno de contrastes, con las montañas que rodean el valle, las aguas del embalse, la frondosa naturaleza que envuelve la zona, y el Torrexón medieval de Villamoréi.



   Los restaurados restos representan al antiguo castillo de los Aceales o castillo de Sobrescobio, de origen romano, atalaya vigilante y defensiva del Camín d`Acéu, antigua calzada romana, ruta transmontana y camino jacobeo que cruzaba el Puerto de Tarna y vegas del valle del Nalón.



   De aquel histórico complejo defensivo tan solo se conservan las ruinas del torreón principal, con unos 6 metros de altura, y un trozo de la muralla. Más abajo, sobre la peña, quedarían los restos de los fosos y del muro de acceso al castillo desde el fondo del valle.



   Su ubicación en el punto alto de un cerro tenía un gran valor estratégico. Conocido como el Torrexón de Tielva, el castillo reconstruido en el siglo VIII por el rey Alfonso I  se convirtió en uno de los más importantes del Reino de Asturias.



   Desde el mirador de Cuyacerra el sendero se estrecha, el zigzagueante y descendente trayecto atravesando el bosque nos lleva a la parte baja del peñón del Torrexón, donde se encuentra una casa de piedra derruida. El ascenso final hasta los muros de los restos del Castillo entraña bastante peligrosidad, no está señalizado ni debidamente preparado.



   Para el regreso existen diferentes opciones, pero en este caso se ha utilizado el mismo itinerario. Un excelente paseo de unos 4 km. con preciosas vistas y rodeado de naturaleza, a través de un sendero catalogado como Senda Verde, “escarbando” algunos datos y el entorno de un interesante episodio de la historia asturiana.



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