La peña de los cuatro jueces tiene para mí un significado muy especial, pues a pesar del paso del tiempo todavía me llena de recuerdos. Creo que si alguno de los antiguos alumnos del Jimena, de hace unos años, leen esta introducción sobre la ruta se acordarán de aquellos especiales momentos que pasamos juntos dentro de un espacio natural incuestionable. Con un cuadernillo cuidadosamente elaborado realizábamos una ruta con el título: “Por el valle de Rioseco a Candanal”.
Teníamos un lema incuestionable y aceptado: “La Naturaleza goza, en conjunto, de una gran capacidad de recuperación pero no es inagotable y los seres humanos la hemos saqueado durante muchos años. Coleccionar especies de diferentes clases de animales y plantas es fascinante e ilustrativo, además de muy divertido, pero debes pensar en la propia Naturaleza, no la destruyas, respétala.”
El mapa del Instituto Geográfico Nacional, con el itinerario marcado en azul, nos puede servir de guía para identificar los lugares y puntos relevantes de esta Ruta del Fariu.
Al ser circular podemos elegir cualquier punto para el inicio, pero se suele comenzar en la Capilla de la Milagrosa al lado de las antiguas escuelas, dentro de un tramo conocido como “Camín de Riosesu”. Desde el principio caminamos a través de un cómodo camino sin asfaltar, estamos en la parte baja del Valle de Rioseco, típico valle fluvial que debido a la estructura caliza de su fondo el río que lo ha originado se ha hecho subterráneo, de aquí su nombre.
El camino no tiene pérdida, en el barrio de Riosecu de Valdornón encontramos una pequeña concentración de casas, algunas restauradas y otras, en buen estado, mantienen la estructura del pasado. Desde aquí ya divisamos en la parte alta del Valle, hacia el Sur, las antenas del Picu Fario. En este tramo inicial encontramos zonas de pastizal con prados de siega, formados por plantas herbáceas de pequeño porte y, en general, con un corto ciclo de vida. Suelen sustituir a bosques y matorrales que han sido talados para el aprovechamiento ganadero del pasto.
Todo ello hasta llegar a la fuente-lavadero, lugar donde iniciamos una larga subida a través de una pista cementada, al principio, hasta llegar al cordal, una pequeña sierra denominada la Llomba de Rioseco. Durante la subida podemos disfrutar de las primeras vistas.
En Asturias los bosques naturales son caducifolios, que en épocas pasadas ocuparon gran parte de la región, pero poco a poco hemos ido destruyendo ese hermoso patrimonio hasta convertirlo en reductos cada vez más pequeños.
Desde el momento de iniciar esta ruta se puede observar que los árboles más frecuentes y abundantes en esta zona son los eucaliptos y los pinos. Los eucaliptos siempre tuvieron las simpatías de los productores de madera por su rápido crecimiento y porque crecen en terrenos difíciles debido a sus poderosas raíces que los fijan.
Durante la subida y en la parte alta, en el cordal, encontramos gran abundancia de pinos, las hojas del pino llamadas acículas son muy resistentes a la descomposición por lo que en diversos tramos de la ruta antes de llegar arriba, caminaremos por encima de una especie de alfombra de acículas que cubren el suelo. Únicamente helechos, musgos, cotoyas y algunas plantas herbáceas pueden desarrollarse en el sotobosque de un pinar.
Existen muchas dudas sobre el origen de la Peña de los 4 Jueces como tal, dudas en cuanto al origen y en cuanto a la historia. Unas veces se habla de historia y otras de leyenda. En realidad no existen muchos datos documentados que de alguna manera te indiquen cual fue el origen de la Peña de los Cuatro Jueces. Por cierto es la cota más alta del municipio de Gijón, con 662 m. de altitud, y aquí coinciden los concejos de Gijón, Sariego, Siero y Villaviciosa.
“Existe la creencia de que era lugar de encuentro de los responsables de los respectivos territorios a lo largo de los años para tomar decisiones sobre las zonas de pastoreo, aprovechamientos maderables y otros de interés para la subsistencia de los habitantes de la zona”, ……. celebrando un día de fiesta.
Escenificando un poco el acto, se cuenta que alrededor de una piedra plana, la cual se utilizaba como mesa, se sentaban los cuatro alcaldes que actuaban como sabios o jueces para resolver los pleitos y otros problemas, de ahí el nombre de la Peña de los Cuatro Jueces.
“La costumbre de reunirse se retomó en la época actual, y desde 1983 los cuatro alcaldes suben hasta la Peña una vez al año para confraternizar y reafirmar la unión de sus concejos.”
A través de una pista ganadera ascendemos hacia las antenas donde se llega al Picu Cima con 737 m. de altitud en la Sierra del Fariu, donde se ubica el mojón geodésico. Hay personas que acceden hasta el alto en automóvil por un camino asfaltado desde el alto de la Fumarea, …. por supuesto, es otra opción diferente. La verdad es que las vistas en un día claro desde el Fariu son fantásticas.
En esta parte alta del Fariu, pasando al lado de las vistosas antenas y siguiendo el PR AS-118 señalado en el mapa, encontramos el Área recreativa Loma de Siero, un lugar perfecto para un pequeño descanso y reponer fuerzas, y una pequeña clase de Naturaleza antes de explorar la zona e iniciar el descenso.
Bajo el título Arboreto Loma de Siero podemos recrearnos en una interesante exposición de árboles caducifolios propios de nuestra región, con sus nombres vulgares y científicos, a través de un sendero perfectamente señalizado. Una idea digna de elogio.
Desde el mismo Área continuamos nuestra ruta, aunque todavía tenemos tiempo para aprovechar este privilegiado lugar y dedicar un precioso tiempo contemplando espectaculares vistas de nuestra región, en un día claro podemos divisar los Picos de Europa, Sierra del Sueve, Las Ubiñas, Sierra del Aramo, panorámicas costeras, valles interiores, …… sinceramente el escenario merece la pena.
Los caminos presentan un excelente estado con algunos charcos, normal y agradable. El descenso se transita a través de un frondoso pinar, en ocasiones con la compañía de eucaliptos, algunos abedules y ejemplares de acebos, donde se respira un aire puro con presencia de líquenes. En algunas pendientes pronunciadas aparecen algunas piedras sueltas lo que nos exige tomar precauciones para evitar resbalar y caer.
Descendemos por el cordal de la Sierra de Valdornón, a nuestra derecha el valle de Rioseco, el sendero no tiene pérdida, cresteando en continuo descenso hasta alcanzar la carretera que viene de Caldones donde se localiza un pequeño área recreativa y un panel indicador de la ruta. Seguimos de frente por esta carretera hasta encontrar un cruce a la derecha, hacia Rioseco de Caldones.
Divisamos el lugar de partida, en la parte baja del valle. Un interesante recorrido que se puede hacer en algo más de tres horas.
Para llegar al comienzo de la ruta, en el Alto del Infanzón nos desviamos por la AS-331 en dirección al cementerio municipal de Deva, que sobrepasamos. En el alto, cuando concluye el camino asfaltado, nos desviamos por la pista de la izquierda, por el Camín de Riosecu. Después de unos 2-3 km por una pista de tierra, al principio en descenso, llegamos a la capilla y escueles de Rioseco de Caldones, punto de inicio elegido.
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