A
veces buscamos una roca, otras una flor, en muchas ocasiones no sabemos lo que
pretendemos; en la mente de los amantes de la Naturaleza destaca la
pasión por encontrar lugares ajenos a la intervención humana, admirando y
contemplando el lento trabajo de fenómenos o seres vivos ajenos a nosotros y a
nuestra voluntad. Es una admiración ante el poder y la fuerza insostenible de
la propia Naturaleza.
La playa de Gulpiyuri, cercana a la población de Naves, en el concejo asturiano de Llanes, fue declarada Monumento Natural por ser un lugar de gran singularidad geológica y paisajística, y forma parte de
Podríamos hablar de sorpresa, belleza o encanto, pero cuando llegas a ella estás de acuerdo que es una de las más secretas y originales, pues descubres que es una playa que no tiene mar. Un tanto alejada del mar abierto, resguardada de la fuerza de las olas, entre un cúmulo de peñas que la resguardan y protegen.
En un panel informativo que encuentras poco
antes de llegar te explican que “la rasa costera llanisca, de naturaleza
caliza, presenta numerosas simas y cavidades subterráneas producidas por el
efecto erosivo ejercido por el mar sobre la roca. Las dolinas son depresiones
originadas por el hundimiento del techo de estas cavidades.
La
playa de Gulpiyuri es una playa desarrollada sobre una dolina marina en la que
el agua entra desde el mar por una pequeña grieta de una decena de metros,
creando una pequeña playa arenosa, utilizable en la bajamar y que se llena
completamente durante la pleamar convirtiéndose en una piscina de agua salada.”
Se encuentra ubicada en un entorno totalmente
natural, rodeada de verdes prados y algunas rocas, y la línea costera a unos
cincuenta metros. Sin duchas ni edificios, no dispone de servicios o
equipamientos, separada de emplazamientos turísticos, un lugar mágico y oculto
para muchos. Llama especialmente la atención que la playa se llena de agua a
través de una grieta subterránea cuando sube la marea, y durante miles de años
fue aportándole una arena fina dorada hasta originar este espacio natural tan
apreciado por todos los que la visitan.
De
forma ovalada, tiene unos cincuenta metros de longitud, y se encuentra
protegida por formaciones rocosas que la protegen de vientos. Hay momentos en
los que la playa es tan sólo un diminuto arenal por donde el agua apenas asoma.
Poco a poco, con la subida de la marea, el agua del mar se va colando por la
grieta natural formada en la roca y la playa adquiere una imagen distinta. Al
final cuando llega la pleamar, sin darnos cuenta, se convierte en una piscina
natural de singular encanto. Para algunos es el momento ideal para el baño, por
la quietud de las aguas.
La playa de Gulpiyuri está situada al oeste
de la playa de San Antolín, al norte de la localidad de Naves. Llegar no es
difícil. En el mapa que se acompaña están señaladas las distintas posibilidades
dependiendo del lugar de origen. Espero que pueda ser de utilidad para los que
accedan por primera vez a este bello paraje natural.
En el mismo concejo de Llanes existe otra
playa de similares características, se trata de la playa de Cobijeru, en las
cercanías del núcleo de Buelna, también declarada Monumento Natural.
Hace tiempo que no voy a Gulpiyuri, pero munca deja de admirarme ese prodigio de la naturaleza.
ResponderEliminarUna alegría que te hayas acercado hasta el blog, y a Gulpiyuri
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