Naturaleza viva

miércoles, 12 de mayo de 2021

Ruta de los Lanceros en Las Regueras - PR AS 172

 

   Salpicado de pequeños y cuidados pueblos y caseríos, donde se combinan de manera equilibrada modestos valles fluviales con sierras y montes de escasa altura, Las Regueras muestra rincones de singular encanto dentro de un ambiente rural donde predomina el sosiego y la tranquilidad.


   Este atractivo itinerario circular se inicia y concluye en la iglesia prerrománica de San Pedro del Nora, nos acerca a los Meandros del citado río a través de los llamativos miradores de la Peñona y la Lladera, y nos permite transitar durante unos kilómetros por el Camino Primitivo de Santiago.



   Curiosamente el panel informativo ubicado en el Mirador de la Lladera nos explica que “el nombre de la ruta se relaciona con las lanzas que figuran en el escudo del concejo y que aluden a los Escuderos de Les Regueres, de un célebre hecho histórico del año 1350”. 

   La ruta tiene su comienzo al lado de la iglesia de San Pedro del Nora, uno de los tesoros más distinguidos del Prerrománico asturiano, ubicada a orillas del citado río Nora. Por estas tierras circulaba la antigua calzada romana que partía de Asturica Augusta (Astorga) hasta Lucus Asturicum (Lugo de Llanera).


   El histórico templo no se cita en las crónicas medievales hasta el siglo X. Presenta grandes similitudes estilísticas con la iglesia prerrománica de Santullano o San Julián de los Prados, por lo que de forma habitual se sitúan en el mismo periodo, el reinado de Alfonso II el Casto (791-842). 


   Estéticamente nos muestra una sencilla composición con modestas y coquetas dimensiones, inmersa dentro de un entorno natural con mucho encanto. Sin duda una bella muestra del Arte Prerrománico Asturiano.


   Por suerte se benefició de los delicados trabajos de reconstrucción iniciados en 1955-56 que se alargaron hasta los años setenta, en cuya tarea se agregó la torre-campanario que no existía antes, quizás tomando como referencia a Santa María de Bendones. Sea como fuere este conjunto histórico se merece una visita.


   Ascendemos a través de la carretera AS-233 dejando atrás el viejo monumento y el pueblo de San Pedro del Nora y pronto divisamos a la izquierda el cauce del río Nora, en el tramo previo a los Meandros. Después de superar las casas de Campanal nos apartamos de la carretera a través de un sendero señalizado.



   Transitamos ahora por un estrecho camino, al principio descendente, y avistamos el promontorio rocoso con el mirador de la Peñona y enfrente la aldea de Rañeces. En escasos minutos, con un pequeño tramo final en subida llegamos al restaurado lavadero de la Fondona.



   Da gusto pasear y distraerse con las cuidadas y elegantes casas de este atractivo y acogedor pueblo de Rañeces. A la salida oteamos el primero de los indicadores para desviarnos y poder observar los Meandros del Nora. El río delimita los concejos de Oviedo y Las Regueras, las vistas desde este lado de las curiosas revueltas son magníficas.



   A la altura de San Pedro “el curso del Nora está a punto de conectar con el río Nalón, apenas 100 m. separan ambos cauces, donde la incesante acción erosiva de la corriente sobre las orillas debería llevar a la captura del Nora por el Nalón, que circula ligeramente más hundido”, pero al final ambos ríos deciden continuar cada uno por su lado.



   Desde el mirador de la Peñona observamos como “el río Nora avanza a través de estratos masivos de caliza de montaña describiendo una sucesión de meandros profundos entre espolones rocosos tapizados de encinas y laureles”, destacando el meandro de Cuetu Rañeces.



   El mirador de la Lladera nos muestra otro panorama diferente, el meandro de Cuetu Tahoces a primera vista. “Río abajo se construyó en 1953 la presa de Priañes, ampliada en 1967. El recrecimiento del nivel de las aguas no hizo desaparecer el bosque ribereño, dominado por el sauce blanco que forma una masa arbórea con alisos, fresnos y arces”.



   Después del pequeño aparcamiento cercano al citado mirador de la Lladera, una pequeña cuesta nos acerca a Tahoces, donde a la entrada del pueblo después de la casa El Picu, a la izquierda vemos el indicador de la Fuente-lavadero de Mareo.



   Al cruzar esta pequeña aldea se nota el cariño hacia el medio rural por esta zona de Las Regueras, la presencia y cuidado de los elementos tradicionales, con una interesante cantidad de hórreos y paneras, es un claro ejemplo. Resulta curiosa la hornacina dedicada a la Virgen del Carmen, ubicada en la parte alta del pueblo, entre casa Pachón y Ca Benito. 



   Pasamos al lado de casa Alvarez Estrada y seguimos la ruta señalada ascendiendo a la derecha por el camino que sube al Monte Furcón, pero al encontrar la carretera descendemos a la izquierda hacia las casas de Pumeda. Una prolongada bajada a través de la calzada que se dirige en dirección Premoño nos lleva hasta cerca del río Andayón.



   La señal “Molino de Picarín” nos indica el desvío a la derecha de la senda que debemos utilizar hasta llegar a la Ermita de la Virgen de Fátima en Valsera. Nos internamos en un paraje diferente a través de una zona un tanto boscosa, ligeramente ascendente, con suelo de tierra y piedra. 



   A escasos metros de la desviación cruzamos el citado río Andayón a través de un pequeño puente, y curiosamente transitamos a través de un tramo del Camino Primitivo de Santiago, aunque en sentido contrario. Abundan castaños, robles, espineras y otros caducifolios dentro de un espacio natural con especial encanto. 



   La primera etapa de esta Histórica Ruta, procedente de la Catedral de Oviedo, entra en Las Regueras por el medieval puente de Gallegos sobre el río Nora, y después de ascender hasta el Albergue de peregrinos de Escamplero, desciende por este mismo camino en dirección a Premoño, Ardaje y Paladín.



   Bordeamos el río y nos desviamos un poco para visitar un molino del río, el de casa Quilo, con un buen estado de conservación en todos sus elementos, también llamado Molín de Picarín. Un poco más arriba La Rabaza, donde el camino se transforma en pista asfaltada.


   Antes de alcanzar la carretera AS-372, que une El Escamplero con Peñaflor-Grado, encontramos a nuestra izquierda el Palacio de Valsera, posiblemente del siglo XVI, también conocido como La Casona o Cá Don Pedro. Posee uno de los peculiares y tradicionales ´palomares` que por suerte se conservan en el concejo de Las Regueras. 


   Poco después la Ermita de la Virgen de Fátima, apreciada imagen muy visitada por los peregrinos que transitan por el Camino Primitivo de Santiago. Luego nos desviamos a la derecha y hacia arriba para cruzar cerca de las casas de Taraniello, antes de volver de nuevo a la carretera.



   Circulamos por la zona con mayor altitud de esta Ruta y de nuevo torcemos a la derecha, dejando la aldea de Tamargo a la izquierda y la iglesia de Santa María de Valsera de frente un poco más adelante, y así localizar al Albergue de Peregrinos de Escamplero. Punto de despedida del Camino de Santiago.


   Nuestro objetivo es llegar de nuevo al pueblo de Rañeces, para ello seguimos por el mismo camino asfaltado del Albergue hasta La Casanueva, un barrio o grupo de casas bien cuidadas de esta zona del Escamplero. Desde aquí tenemos una interesante vista del camino a seguir.


   Al llegar a Casa Peluso, con su cuidado hórreo, iniciamos un pronunciado descenso pasando al lado de Casa La Tabierna, que posee un horreo con corredor y pegollos sobre un espacio cerrado. Antigua taberna de peregrinos del Camino de Santiago. Al lado de la casa una señal de la Ruta de los Lanceros.


   Después de transitar por un camino de piedras y tierra, encontramos una carretera asfaltada que en descenso nos conducirá hasta las primeras casas de Rañeces, a la altura del lavadero de la Fondona. Desde aquí de nuevo por Campanal hasta llegar de nuevo al pueblo y monumento de San Pedro del Nora.




  

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