Naturaleza viva

miércoles, 4 de octubre de 2017

El Tranqueru, un paraje inolvidable



   Desde la playa de Carranques de Perlora hasta la playa de Peña María en Aboño existe en la actualidad una senda muy recomendable para apreciar la belleza y el atractivo de la costa asturiana, todo ello ubicado en el concejo de Carreño. Unos 6 km., ida y vuelta.



   Sin lugar a dudas es preferible realizar este corto y sencillo recorrido cuando la marea está baja, para así poder apreciar los exquisitos contrastes entre rocas y arena en el tramo del Tranqueru, y la extensa playa que se forma entre Xivares y Peña María.



   Para los nostálgicos de cierta edad “el Carreño” y “el Tranqueru” son palabras que poseen un significado muy especial. Para ellos y para mí, además de disfrutar con el recorrido de la denominada Senda Norte, nos resulta muy difícil olvidar el paso del viejo ferrocarril por los muros de este paraje tan singular.



   En sus orígenes esta prestigiosa, en otra época, vía del Carreño nació en 1905 con un tramo de algo más de 6 km., entre Candás y Aboño, con el objetivo de sacar el mineral de hierro al puerto del Musel. Una sociedad entre Minas de Hierro y Ferrocarril del Carreño. 



   A Candás llegaban unos ramales que procedían de las minas de hierro de Regueral, Piedeloro y Coyanca, y posteriormente de Llumeres – Bañugues a través de cable aéreo hasta Regueral; y Aboño servía como punto de enlace al Musel. Curiosidades históricas.



   En el momento presente nos quedan tres pequeños túneles, el primero, el más cercano a Perlora, es el más largo y está iluminado; con una animada vía verde llena de encanto y seducción, una magnífica atalaya, una senda exclusiva para observar los distintos elementos que componen nuestro litoral.



   A media ladera el terreno no es rocoso y consistente, lo que por unas circunstancias o por otras a lo largo del tiempo se han producido derrumbes o argayos que cortaron la vía férrea en épocas pasadas y la senda costera actual. El último argayo importante se produjo en marzo de 2013 y la ruta ha sido rehabilitada con una llamativa pasarela peatonal.



   Dejamos atrás el acantilado del Tranqueru y después del tercer túnel nos deslizamos por unas escaleras para desembocar en la Urbanización de Xivares, con las casas pintadas con diferentes colores, creando sugerentes contrastes.



   ¡¡Quién podía pensar, allá por los años 70, que aquella zona de monte y pradería se convertiría en este vistoso enclave a la orilla del mar!!



   Antes de iniciar el descenso hasta la playa de Xivares nos detenemos unos minutos en el mirador de la Urbanización para contemplar una amplia panorámica, apreciando el acostumbrado contraste de la costa asturiana, con el verde, el amarillo de la arena y el azul del mar.



   Con la bajamar se produce una zona arenosa muy abierta de gran belleza, con muchos metros para el paseo, pero donde debemos tomar precauciones para el baño. La proximidad a la desembocadura del río Aboño y la existencia de corrientes marinas hace que se genere resaca con bastante frecuencia, en la pleamar estos efectos son menores.



   Entre la Campa Torres y Candás debido a la aparición de corrientes marinas profundas se origina un banco de pesca muy conocido en los puertos pesqueros próximos, con el nombre de La Higuera, donde tradicionalmente se pesca la sardina.



   Durante el invierno Xivares y Peña María acogen a colonias de gaviotas y cormoranes, por lo que durante la bajamar resulta un lugar muy propicio para la observación de estas aves. En esta época es fácil encontrar grupos de animados surfistas pillando olas.



   La senda termina en un pequeño promontorio, excelente atalaya para examinar toda la costa del Concejo de Carreño, y al pie de la Campa o cabo Torres la zona industrializada de la ría de Aboño, hace algunos años una preciosa y concurrida playa adornada con grandes dunas.



   El regreso, utilizando la misma ruta, sirve para recrearnos desde algunos lugares usando cualquier elevación. De nuevo llegamos al punto más alto, la Urbanización, luego los túneles, el acantilado y la playa de Carranques en Perlora. Hay quien completa el recorrido atravesando la Ciudad Residencial, pasando por Perán y llegando hasta Candás, sin abandonar la costa. ¡Buena idea!



   De aquel modesto ferrocarril minero, que nació a principios del siglo XX favorecido por la existencia de las minas de Regueral, con su vía pegada a las rocas de los acantilados, volando casi sobre el mar en la zona del Tranqueru, con curvas y contracurvas que exaltaban a los viajeros en muchas ocasiones, solo nos queda el recuerdo, …… algunas fotos y la posibilidad de pasear a través de una Vía Verde excitante con extraordinarias vistas.





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