Ubicado junto a la iglesia, como no podía
ser de otra manera, el Teixu l’Iglesia o Texu de Bermiego es una propuesta
irrenunciable para los amantes o seguidores del espacio natural asturiano. Este
ejemplar de “Taxus baccata” ha sido declarado Monumento Natural, y por su gran
envergadura (supera los siete metros de diámetro) dicen que puede ser uno de
los árboles más longevos de Europa, entre 550 y 800 años de edad.
Será difícil que pueda olvidar aquel grupo
de alumnos que de manera entusiasta y con gran interés se preocuparon por
conocer, apreciar y disfrutar la
Naturaleza de su entorno. Está página está dedicada a este
grupo y especialmente a Tania Alonso que con tanto cariño quiso contarme la
historia y características de este impresionante teixu, y de su pueblo,
Bermiego.
De todas las plantas silvestres que podemos
encontrar en los distintos ecosistemas del norte de la península ibérica, es
sin duda una de las más extrañas, aunque luego leamos que es un símbolo o un árbol
sagrado, mitológico, legendario y otros calificativos más.
Tengo muchas ganas de conocer el milenario
bosque de la Tejeda
del Sueve, al parecer una de las mayores concentraciones de tejos de Europa,
cerca de 8000 ejemplares. También, según he leído, son frecuentes estos agrupamientos
de tejos en las Islas Británicas, sin embargo en la actualidad es más fácil
observarlo con árboles de otras especies, o como individuo aislado. En realidad
le gusta crecer solitario, en suelos calcáreos y empapado de agua.
Por otra parte, es cierto que el tejo o texu
es un árbol longevo, de hoja perenne y que crece lentamente, dicen que
alimentado por las muchas leyendas que lo nutren. Conocida es la expresión “pa
sombra pa cuando sea vieyu”, después de plantar un texu.
Su tronco es fuerte, con corteza delgada que
con el paso del tiempo se vuelve escamosa, y su madera es muy apreciada por su
dureza y elasticidad, pero todos sabemos que es especie protegida. Se dice
que antiguamente se fabricaban los mejores arcos con la madera de tejo. Su
nombre científico Taxus posiblemente proceda del griego 'taxón', 'arco', como
resultado de la utilización de su madera para hacer arcos.
Se le relaciona tradicionalmente con la
muerte, y algunos clásicos, como Ovidio, describen el camino del infierno
bordeado de tejos. Hay una leyenda extendida por Bretaña e Irlanda que dice que
las raíces de los tejos se meten por la boca de los muertos y si alguien lo
procura puede oír lo que por tan siniestro medio cuentan desde el más allá. El
tejo se ve como amigo de la noche, del invierno, de la muerte, y no por eso
deja de ser un árbol amigo.
Hay quien afirma que es el árbol sagrado de
los astures y de su mitología, pues representa el vínculo del pueblo asturiano
con la tierra, con la religión antigua y con los antepasados. Antiguas leyendas
celtas cuentan que los astures veneraban al texu, un árbol sagrado, un guardián
entre la vida y la muerte. Bajo la protección de sus frondosas ramas se
celebraban reuniones y actos religiosos.
También el tejo tiene fama de venenoso y se
dice que los celtas empleaban su veneno para suicidarse masivamente cuando la
batalla no pintaba bien. La realidad es que existen muchas historias, leyendas
y creencias sobre este árbol tan especial y extraño.
Científicamente sí que hay veneno, todos los órganos del tejo son extremadamente tóxicos:
raíces, ramas, hojas y semillas, pero no en las bolitas rojas, tan vistosas, que
sirven de alimento de los pájaros durante el invierno. Lo único inocuo, que no tiene toxina es el arilo carnoso y encarnado
(fruto), pero quitándole las semillas.
Para
llegar a Bermiego debemos seguir la
AS 228, cruzar Proaza, y después de unos 4 km seguir por la AS 229 dirección Bárzana,
capital del concejo de Quirós. Unos 10 km más adelante, bordeando el embalse de
Valdemurio, encontraremos a nuestra izquierda el indicador a Bermiego, y tras
una sinuosa subida de unos 4 km
estaremos a las puertas de esta placentera aldea, ubicada a 750 m de altitud en la falda occidental
de la Sierra del
Aramo, con unas excelentes vistas del valle.
Un
amplio y explicativo panel de “bienvenida”, a la entrada, nos introduce en el
ambiente rural y nos resume brevemente sus cualidades. “Es un museo vivo, con
su primitiva distribución urbana, su rico patrimonio etnográfico (32 hórreos y
paneras, fuentes, molinos, ….) y los modos de vida tradicionales de sus
habitantes.”
La
situación de Bermiego, emplazado a media ladera, contribuye a la tipología
típica de poblamiento concentrado de la montaña asturiana, es otro ejemplo vivo
de nuestra geografía rural que ha conseguido conservar muchas de sus
tradiciones y un conjunto monumental de carácter medieval de gran valor, sin
grandes alteraciones a pesar del paso del tiempo.
“Hórreos y paneras con interesante decoración del estilo Villaviciosa,
entremezclándose con viviendas en un conjunto típicamente bajomedieval.”
Tiene también restos de un gran carbayu o
roble centenario, el Rebollo, pero en mucho peor estado de conservación, al
lado de la capilla de la Virgen
del Carmen.
Esta pequeña aldea del concejo de Quirós es
conocida por muchos aficionados al senderismo pues por Bermiego pasa la
conocida Ruta de las Reliquias – GR 207, que se inicia en el Puerto Ventana y
concluye en la iglesia de San Antonio de Pedroveya; y la
Ruta San Melchor – GR 106, que saliendo de
Oviedo recorre los municipios de Ribera, Morcín y Quirós, cruzando los puertos
del Aramo.
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