La Ruta Mitológica del Beyu Pen

   La llavandera es una mujer vieja y arrugada que lava la ropa en los ríos y las fuentes por las noches. Según la mitología asturiana, puede llegar a ahogar a los curiosos, ya que no le gusta ser observada. Se dice que la llavandera colabora para que los incendios del bosque se apaguen, provocando inundaciones con el batir de sus palas. También ayuda a las personas mayores que están en apuros, y no siente mucha simpatía por los jóvenes, a los que culpa del olvido de las tradiciones. La llavandera es, sin duda, uno de los personajes mitológicos mejor logrados en Beyu Pen.

   Los mitos son relatos o cuentos basados en la tradición y leyendas, creados para explicar algunos fenómenos naturales o cualquier cosa que no tiene una explicación simple. Asturias posee una mitología muy rica, con gran cantidad de personajes e historias. Desconocidos y alejados de las urbes, en la zona rural han perdurado desde los tiempos más antiguos, transmitiéndose oralmente de generación en generación, y apoyándose en la fe o credibilidad de estos relatos o historias.

   La Ruta Mitológica del Beyu Pen es una perfecta simulación de  un bosque encantado, aprovechando diferentes elementos naturales que el propio bosque ha generado, y nos ayuda a recordar los personajes legendarios de nuestra rica Mitología.

   Se trata de un agradable bosque, con una frondosa y centenaria vegetación, donde un pequeño río se precipita en forma de cascada, en invierno el efecto es más llamativo. Se originan formaciones caprichosas, y con la ayuda de un poco de pintura para destacar discretamente sus contornos o siluetas, se le ha dado ese carácter misterioso y de encantamiento que la ruta pretende transmitir, obra del artista gijonés Julián Bravo.

   El recorrido es bastante corto, unos 6 km ida y vuelta hasta el pueblo de Pen, y puede iniciarse en Santillan, en el concejo de Amieva.

   Después de cruzar el puente colgante sobre el Sella nos situamos en el Camín de la Reina, una vieja calzada de origen romano, llamado así porque este camino fue utilizado por la reina Isabel II en una visita a Covadonga desde León. 

   A la derecha localizaríamos el área recreativa de Trambesagües, pero nosotros debemos de girar hacia la izquierda y a unos 300 metros llegamos a un cruce de caminos, donde encontramos el cartel indicativo Beyu Pen “El encanto de la mitología”. En él leemos:

        La idea del paseo está basada en un juego ………

        La búsqueda de la “visión interna” que todos y cada uno de nosotros llevamos dentro.

        Dejando así fluir la imaginación, entramos en contacto directo con la Naturaleza, haciéndonos partícipes de ella.

   Por el sendero de la derecha, con unas barandillas de madera, llegamos a un puente de madera, lugar donde empezamos a contemplar las primeras figuras mitológicas. La senda transcurre paralela a un pequeño río conocido como el Regatu o Arroyo del Beyu, y poco a poco iremos encontrando formas y figuras camufladas en la naturaleza, donde nuestra propia imaginación y fantasía jugarán un papel importante, hasta llegar a otro puente de madera con una indicación para seguir hasta Pen.

   Desde el primer momento es fácil entrar en el juego, buscando rostros y formas, ……troncos que te hacen dudar;  y tu propio afán creativo te hará descubrir nuevos personajes.

   En medio de una frondosa  vegetación, atravesando el Beyu, nos sentimos envueltos en un motivante ejercicio de repaso de los personajes más representativos de la amplia mitología asturiana, como el Cuelebre, el Nuberu, el Diañu Burlón, el Busgosu, la Guaxa, Xanes, ………… entre otros.

   Al lado del sendero podremos contemplar varias “cuerres”, muy frecuentes en esta zona de nuestra región. Son cercados de piedras, en forma circular, que se utilizaban antaño para almacenar y conservar las castañas, poniéndolas a salvo de los animales del bosque.

    El interior de un bosque envuelve al caminante en una atmósfera de misterio, especialmente en hayedos y castañares, donde los troncos centenarios inspiran personajes e historias fantásticas.
    La mitología recoge la existencia del Busgosu, el Señor de los bosques asturianos y de todo lo que habita en ellos, mitad hombre y mitad carnero, con cuernos que brotan de su espesa cabellera, patas de carnero y torso velludo. Su misión es proteger la flora y la fauna, y aunque es inofensivo con las personas que se adentran en la espesura, persigue a leñadores y cazadores, haciendo que se despeñen por los acantilados.

   Al final la senda se empina y el paisaje se abre, divisamos el pueblo de Villaverde y Peña Siña. Estamos en el tramo final y pronto alcanzamos la aldea de Pen, con viviendas típicas, algunas de ellas arregladas y reconvertidas en casas rurales. 

   El pueblo guarda un interesante equilibrio estético y es una bonita muestra de nuestra arquitectura popular.

   Un ejemplo es la famosa panera de Pen, una de las más grandes de Asturias, apoyada sobre catorce pegoyos.  

   El camino de vuelta, utilizando el mismo itinerario, nos sirve para sumergirnos de nuevo en el conjunto de árboles, rocas, troncos viejos, saltos de agua, …….. del Beyu. Seguro que descubriremos algún nuevo personaje oculto y la magia del bosque encantado volverá a nosotros.

   La Xana es uno de los personajes más conocidos de la mitología asturiana. Su nombre proviene de una variante regional de un mito común en varias mitologías europeas. Jana era un antiguo nombre con el que se designaba a las hechiceras durante la Edad Media.

   Las Xanas son seres de extremada belleza, con grandes cabelleras de color dorado, piel muy blanca y suelen estar desnudas o cubiertas con un fino velo de seda. Viven en cuevas donde nacen los manantiales o en las orillas de los ríos, donde guardan peines de oro, ganado y otras riquezas. Su belleza hechiza y si un hombre la ve, jamás la podrá olvidar.

   Dicen que usa dulces cánticos para conseguir atraer al hombre que se acerca, le hechiza y le hace traer cosas que ella no puede conseguir, ya que apenas puede alejarse del agua, y nunca lograrán ser felices ya que hechizados por la Xana deberán volver cada vez ella quiera.

   Si llevamos bocadillo u otro tipo de comida, y si el tiempo lo permite, podemos seguir disfrutando del lugar y acercarnos al área recreativa de Trambesagües, muy en consonancia con la Ruta Mitológica del Beyu Pen.