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lunes, 9 de enero de 2017

Ruta al Monsacro - Capillas medievales



   El Monsacro, conocido también como Picu Madalena, es sin duda uno de los montes o montañas más simbólicas de la región asturiana, existen muchos argumentos que lo justifican. 



   Lo expresa una escueta y fugaz copla popular:

   Érase una vez un monte, 
   su historia y su leyenda,
   monte o montaña, montaña o monte
   según se quiera
   Monsacro o Madalena.


   Sobre este auténtico, o al menos supuesto, mágico y sagrado monte ubicado en la Sierra del Aramo, se han escrito tantas cosas que resulta muy complicado separar la historia de la propia leyenda. Considerado como lugar de culto en épocas prehistóricas con la presencia de dólmenes y túmulos funerarios, la creencia de ser un posible enclave de los templarios por los detalles de las ermitas, ……… el Monsacro aglutina mitos, tradiciones, cuentos y narraciones de todo tipo.



   Por todo lo expuesto merece la pena subir hasta “la Majada de les Capilles”, en una especie de viaje en el tiempo donde la imaginación tiene una valor importante, con la seguridad de obtener unas positivas sensaciones pues el lugar es un atractivo y sugerente espacio natural, lleno de llamativas y prodigiosas vistas.


   Para ascender al Mayau les Capilles suelen utilizarse tres rutas o caminos bien marcados, uno de ellos se toma en el Área recreativa de Viapará y se conoce como el sendero de la Cobarriella, otro se inicia en la aldea de Los Llanos y se sube a través de la pista del Via Crucis, por último el más tradicional, el que arranca en el alto de La Collá y se empina a través del camino de La Llorera.



   Coronar la parte alta del Monsacro no resulta una tarea fácil, los más fieles afirman que todo camino de peregrinación exige una penitencia, pero en este caso deberíamos decir que el esfuerzo tiene su recompensa pues en un día claro la vista panorámica es fascinante, y la mezcla del entorno natural de la montaña con las capillas genera un contraste exclusivo y especial. Es evidente que el emplazamiento de las ermitas no es casual.


   Para explorar esta zona de la Sierra del Aramo y ascender al Monsacro una buena opción es hacer la ruta circular que aparece en el mapa, dejando el vehículo en el alto de la Collá.



   Atravesando la aldea de la Collada se toma una vieja senda utilizada por los lugareños para llegar hasta Otura, por la parte alta del valle del río Riosa. Debemos alcanzar el forcáu donde hay una caseta con dos antenas a través de un cómodo sendero con algunas revueltas al final. Desde allí divisamos la Foz de Morcín.



   Estamos en una zona abierta con encantadoras vistas, poco a poco nos acercamos a las casas de Otura a través de una senda que no ofrece dudas, próxima a las paredes verticales del Cantu la Sierra. 


   Apenas sin darnos cuenta nos encontramos en la carretera que nos conduce a la aldea de Los Llanos desde donde iniciaremos la ascensión a la Sierra del Monsacro.



   Desde la fuente la Pimpana, ubicada en medio del pueblo, ya solo nos queda progresar por la Canal a través del Camín del Cintu, una empinada cuesta adornada con un singular Viacrucis.



   La pista va ascendiendo con continuas curvas hasta llegar a “la revuelta del texu”, conocida así porque en una grieta de la roca se encuentra incrustado un ejemplar de este árbol sagrado de los astures. Unos pasos más, en una pequeña pradera se culmina la cuesta, en el Collau de Entrepuertes.



   Desde Los Llanos hasta el Collau existe un desnivel aproximado de 250 metros. En esta zona de pastos progresamos por un pequeño descenso hasta la vaguada del Llanu o la Vega del Pozu y después de superar un pequeño repecho conseguimos las primeras vistas del mayáu les Capilles, con su evocadora imagen y su carga de leyendas, simbolismo y religiosidad.



   Al Monsacro “hay que llevarlo todo aprendido antes de andarlo”, y saber que la ermita de Santiago, o la de Arriba, está considerada como lugar sacro o sagrado pues aquí fueron depositadas el Arca Santa y otras reliquias venidas de Jerusalén, desde Toledo al Monsacro. Trasladadas por Alfonso II el Casto a la capital dos siglos más tarde, hoy están como un tesoro en la Cámara Santa de la Catedral.



   En esta  ermita, cuya planta octogonal la entronca con la Orden de los Templarios, se encuentra el pozo dolménico de Santo Toribio, en su cuerpo central bajo un altar de piedra, de donde los fieles extraían una tierra con atributos de propiedades curativas.



   A pesar de ser guardián y de haber cobijado y protegido las reliquias sagradas de la invasión árabe, la ermita de Santiago no estaba dedicada al culto cristiano de la Santa Misa, por este motivo y debido al peregrinaje de los fieles que querían visitar estos legendarios parajes se construyó la ermita de Abajo o de Santa María Magdalena, en el siglo XII.



   Muchos peregrinos, después de visitar Oviedo, ascendían a esta cumbre sagrada para recoger “cardos milagrosos” – cardos azules – Eryngium bourgatii, que crecen en sus pastos y tomar un puñado de la tierra curativa. Las dos ermitas o capillas medievales fueron restauradas y declaradas Monumento Histórico Artístico.



   El Monsacro como emblema o distintivo ofrece muchas posibilidades de estudio, imaginación y evocación religiosa, pero también obsequia al caminante con unos buenos momentos de contemplación de un generoso paisaje. Hay mucho para entretenerse y observar. Un mirador de lujo.



   El descenso hasta la Collada es rápido y se nota la pendiente, es preciso tomar precauciones ante un posible resbalón para evitar torceduras. Las preciosas vistas nos entretienen y frenan un poco la marcha.



   La naturaleza ha moldeado algunas rocas, con formas extrañas que suelen fascinar la imaginación, a veces son excelentes puntos de descanso o sorprendentes atalayas, localizamos la Silla del Obispo, la leyenda cuenta en esta ocasión que el obispo Toribio se sentó a descansar en este lugar cuando subía con las Santas Reliquias.



   Poco antes de alcanzar el final atravesamos un pequeño bosque donde predominan avellanos, fresnos, arces, abedules y otros caducifolios, ……. castaños y algún haya.



   Como ya ha quedado expuesto, a pesar del estudio de documentos, crónicas, análisis históricos de diferentes épocas,  y aportaciones de tipo folclórico como coplas, poemas, curiosidades, canciones, …… resulta complicado obtener una visión completa y convincente del significado e importancia que tuvo y tiene el Monsacro, pero lo que no ofrece dudas es la satisfacción que se consigue cuando se realiza una visita. 


   Ciertamente este Monsacro o Montsacro tiene un encanto especial que te embruja. Después de unas cuantas seguro que repetiré alguna vez más.



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